miércoles, 27 de marzo de 2024

TONTOS. BUFONES Y PALMEROS EN EL FUTBOL. EL RECONOCIMIENTO DE UN NIÑO.

En esta vida los  humanos sufrimos un cambio permanente en nuestro desarrollo. A lo largo de nuestra vida nos trasformamos sin parar.

Cambiamos de personalidad. De habitos. De ideologia. De amigos. De pareja. De trabajo. De casa. 

Cambiamos practicamente de todo MENOS DE EQUIPO DE FUTBOL.

El equipo de futbol es un fenomeno arraigado en nosotros de tal forma que el indice de fidelidad a tu equipo de futbol roza el 100%.

Es mas, el futbol soporta lo que ninguna otra actividad o negocio podria soportar. Diganme que empresa soportaria marcarse unos objetivos empresariales y economicos. Y que al finalizar un ejercicio no se hubiera conseguido ni un objetivo ademas de haber dado perdidas importantes economicas. Pues en el futbol al final de temporada no se ha ganado nada y se ha perdido un pastón y a los dos meses empieza otra vez el año como si nada. Cada temporada empieza todo de nuevo. 

En el futbol perdemos hasta el raciocinio por defender a nuestro equipo hasta la muerte.Somos de un equipo para toda la vida. Y como mucho compartimos algo de este cariño con el club de nuestro pueblo pero eso si sin  infidelidades.

De esto son conscientes los directivos y mandamases que saben que hagan lo que hagan, aun cuando sean atrocidades no pasara absolutamente nada porque todo lo hacen por el equipo y sus seguidores los defenderan hasta donde haga falta. 

Asi se crean los tontos palmeros que en nombre del equipo entregran lo que les pidan. 

Hace tiempo que los dirigentes se inventaron un "enemigo" con el que justificar todos sus desmanes. No me digais que no e un chollo tener al enemigo para culparle de todos los males que te pasen solo con la respuesta de tu más. Hagas lo que hagas tienes cobertura porque lo haces por tu equipo contra el peligrosisimo enemigo que han creado. Y si no hay problemas te los inventas porque hay que alimentar al ejercito de tontos palmeros para tenerlos siempre dispuestos.

No hay ni un solo club que no tenga este ejercito de tontos palmeros en sus filas. Bien es cierto que de acuerdo a la estructura de funcionamiento del club estos incultos seran mas o menos. Por ejemplo si en el club rigen principios democraticos que permiten a los palmeros organizarse contra los dirigentes porque se enfadan con ellos. No sera lo mismo que si el club es de un solo propietario por ley (SAD) o de facto. Porque las elecciones o no existen o estan muy controladas.¿Se entiende, verdad?. En Rusia se vota pero para que gane Putin. Pues eso.

Digamos que el ejercito de tontos palmeros es directamente proporcional a la capacidad mediatica y dictatorial y mafiosa del dueño que dirigue el chiringuito.

Asi que, ya que hemos fijado esta premisa de funcionamiento, donde mi equipo es lo primero, se entienden las barbaridades que se hacen y que se dicen queriendo tener la unica verdad que existe, que no es otra que la de mi equipo.

Vean a que me refiero. Ayer jugaba la seleccion de España. El equipo de todos. El equipo del Pais. El que todos seguimos seamos del equipo que seamos. 

Pues no. Las redes estaban llenas de quejas de los palmeros que literalmente escribian "este equipo no me representa." "este seleccionador solo lleva jugadores del..." Tuve muchas ganas de escribir en las redes, que para que vayan jugadores de no se que club, ademas de la calidad necesaria es imprescindible que sean españoles y que si en ese equipo no hay españoles jugando, dificilmente los habra en la seleccion española. Pero para ahondar más en que la seleccion no es mi equipo. Ayer tambien vivimos como se silbaba a algun jugador que formaba con la seleccion española y se aplaudia a rabiar a los que jugaban con el adversario pero eso si. Eran de mi equipo. ¿Os acordais de las pitadasa Pique?. Normal no era de mi equipo.

Y por ultimo para garantizar que este circo no pare. Es necesario añadirle LOS BUFONES.

A los que les identificaras facilmente porque con un silbato en la boca o con un microfono o boligrafo se los contrata en A o en B. para que interpreten el reglamento, destaquen la maldad del enemigo, creen bulos, y sobre todo para que alimenten a los tontos palmeros. Todo controlado por el jefe supremo que dicta sin vacilar ls consigas a seguir.

Por seguir con el ejemplo de ayer,el señor del pito decidio que dos patadas sin balon, mas un puñetazo en la cara en la misma jugada no era expulsion sino amonestacion. Y permitio una temeraria y dañiña entrada en el minuto 1 que perseguia dejar fuera del partido a un jugador. O que llegara al minuto 97 el jugador que empato. Despues de haber dejado los tacos marcados en unas cuantas piernas de adversarios a lo largo de todo el encuentro. Tampoco se reprimen mucho los de los microfonos a la hora de criticar a algun pendenciero que no hay partido en el que no se enganche con arbitro, jugadores contrarios, publico y todo bicho viviente. Aunque se en el mismo partido homenaje preparado para u mayor gloria.

Y para que no os quedeis con malas sensaciones acabo destacando que ayer volvi a ver y escuchar como en la casa del dueño de ese equipo siguen quedando muchos señores y señoras con muy buen gusto y talante que lo mismo que hicieron con Ronaldhino en su dia ayer volvieron a aplaudir y reconocer a Lamin Yamal. El reconocimiento de un niño

No hay que desesperar. Quiza algun dia ademas de eliminar el racismo en los campos, se eliminan a LOS TONTOS PALMEROS Y BUFONES. y nos quitamos dos por uno.

Que atractivo seria el futbol.


Cuidaros

domingo, 17 de marzo de 2024

LA HERENCIA RECIBIDA. COMO ACABAR CON LA POLITICA

 Era un 11 de marzo de hace 20 años. El deterioro que sufria la politica española solo era equiparable al golpe de estado impuesto por las derechas y el franquismo para acabar con la segunda republica y el gobierno legitimo. 

Desde la llegada de la democracia las minoritarias elites de la más rancia España eran conscientes que con el sistema de libre eleccion la izquierda gobernaria más que la derecha, a la que cada vez les costaba más revertir los avances sociales y las libertades que se imponian con los gobiernos izquierdistas. 

Las derechas del gobierno Aznar que aglutinaba en sus filas desde posturas moderadamente liberales hasta la extrema derecha mas furibunda y fascista, con un potente apoyo ecnomico y mediatico apoyado por gobiernos reaccionarios internacionales y por la iglesia más conservadora y depredadora, trataba de convencer a los españoles de que todos los politicos eran iguales, por lo tanto que daba igual quien gobernara y utilizaba el pais como suyo propio garantizando la unidad de España frente al rojerio que acabaria con una grande y libre.

En eso estaban, utilizando la gran mentira como linea argumental para inocular el odio y la polarización. Tecnica importada del mundo anglosajón. Todavia la derecha no controlaba el Poder Jucial a pesar de sus intentos cada vez más corruptos, que acabo encarcelando o juzgando a TODOS LOS MINISTROS del gobierno Aznar.

Y entonces después de la aberración de llevar a este país a una guerra ilegal montada sobre nuevas mentiras, las armas de destrucción masiva, el yijadismo clamo venganza y cometio los terribles asesinatos del 11m.

Los bulos, odios, crispación, dinámicas antisistema, miedos, instintos de venganza. Condujeron a este país otra vez al sufimiento al que acostumbra a sembrar la derecha extrema. La semilla germino en bombas con una extrema derecha cada vez mas fuerte y un deterioro nacional e internacional de la democracia y del respeto a los derechos humanos. 

Intentaba la izquierda insistir e intentar que la información y la politica superarán despues de las explosiones tanta sin razón y llegar a la gente. Pero aun teniendo razón en el relato se tuvo que enfrentar a la mayor orquestación mediatica y la gran mentira creada para conseguir hacer valer la intención de voto que apuntaban las encuestas y que dejaria a Aznar seguir gobernando en las votaciones de 72 horas después. 

El grito unánime en la calle de "quien ha sido" se traslado a las urnas y la derecha que ya se frotaba las manos para seguir repartiendose el país perdio en las elecciones.

El intento de manipular los hechos relacionados con los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 se produjo en dos fases. La primera, impulsada por la necesidad del Gobierno del PP de adaptar la narrativa a los contenidos que creía que mejor servían a sus intereses electorales, trató de atribuir a ETA los atentados. La segunda, mucho más compleja, intentó de manera sistemática poner en duda la investigación policial y judicial e incluso la sentencia en un intento de desacreditar la legitimidad del resultado de las elecciones.
Fueron personas, políticos y periodistas, con nombres y apellidos. Muchos de ellos siguen en activo y conservan cuotas de influencia social, politiva y económica elevadas y no han pagado precio alguno por lo ocurrido. 


20 años después la polarización y la crispación no ha dejado de crecer, ayer solo recordamos cómo empezó todo y constatamos como Aznar, en una actitud yo diría que casi patológica, mantiene su versión de los hechos. Y en el PP nadie le desautoriza abiertamente, lo más lejos que llegaron fue a conjurarse para no hablar de ello. Así estamos hoy.

20 años después, el PP sigue sin hacer lo que le debe al país entero: acabar con la insidia de la teoría de la conspiración y reconocer, alto y claro, que el atentado fue obra exclusiva de la yihad islámica, sin la complicidad de ETA. Ocho meses después de aquel horrible día, José María Aznar compareció, era noviembre de 2004, en la comisión de investigación del Congreso y lanzó, a conciencia, la semilla de la confusión, que el PP no ha arrancado aún hoy. Abrió la puerta a la teoría de la conspiración que alentaron periodistas deshonestos y medios como los financiados por la Iglesia Católica. Y para sembrar maliciosamente la confusión no le importó poner en duda, allí, en el Congreso, el trabajo de los 30 responsables del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia. Siembra la angustia y la confusión solompara componer su propia figura.

Hoy queda un amargo sabor de boca de una fractura insalvable entre el partido del gobierno y el principal partido de la oposición, una fractura imposible de soldar. 

Vean el comportamiento actual de los partidos. PSOE y PP llegaron a la conmemoración del trágico aniversario más desunidos que nunca, habiendo crecido sin control la semilla que el PP plantó inmediatamente después de los atentados. La mentira sobre la autoría de las explosiones, de la que el PP nunca se ha arrepentido, de la que Aznar nunca ha pedido perdón, se plantó entonces como una especie de simiente que no ha parado de crecer y que ha dado como fruto la deslegitimación, por parte del Partido Popular, de cualquier gobierno de izquierdas.Y la desconfianza internacional en España.
No tiene explicación la ausencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del alcalde de la ciudad, invitados, al acto convocado por la Comisión Europa, con la presencia del jefe del Estado. Hubo convocatoria paralela, con Isabel Díaz Ayuso, ahí sí, de anfitriona, de un acto de homenaje a las víctimas y allí sí estuvieron todos los del PP. Y aunque nos parezca incomprensible, aunque pensemos que no hay explicación posible para tanto acto por separado, resulta que sí la hay, porque casi en paralelo FAES, la fundación liderada por José María Aznar, hizo público un comunicado manteniendo la mentira. 
De qué pasta hay que estar hecho para que ante un atentado que causó tanto dolor, que rompió tantas vidas, se tenga la necesidad de seguir mintiendo, de qué pasta hay que ser para no dejar descansar a las víctimas. Mantener una mentira con la connivencia y el apoyo de una parte de los medios de comunicación que todavía ayer seguían hablando de las incógnitas sin resolver de los atentados. Unos atentados que fueron juzgados, que fueron sentenciados. De qué pasta hay que ser para no permitir a las víctimas cerrar del todo tan doloroso capítulo.

Soy yo quien se pregunta si la mentira repetida hasta nuestros días, si tantas falsedades, tantas calumnias, tanta bajeza y tanta ruindad, han alumbrado a una sociedad en gran parte sumisa; en gran parte, indiferente.

De aquellos vientos estas tempestades. Otra vez la derecha extrema atenta contra la democracia.



Cuidaros.

Post inspirado en lecturas de Angels Barcelo. Almudena Grandes. Xavier Vidal. Enrich Gonzalez. Entre otros














lunes, 4 de marzo de 2024

LOS JUECES EL ARMA MODERNA PARA DAR GOLPES DE ESTADO. DATOS ABRUMADORES DE LOS METODOS DE UNA DERECHA REACCIONARIA QUE AMENAZA A LA DEMOCRACIA.

Hay indicios suficiente desde el asalto de Aznar al poder de como la derecha de España y la ultra derecha fascistas usan lademocracia exclusivamente para poder gobernar y repartirse una y otra vez la riqueza del Pais que otros han conseguido crear.  Se cumplen ahora 20 años de una de las actuaciones mas vergonzosas y manipuladoras de la historia. Cuando Aznar y su gobierno para beneficiarse del criminal atentado yijadista en los trenes de Madrid  trataron de engañar al pais entero desviando toda la informacion hacia ETA. Esa matanza que tuvo su origen en otro gran engaño del mentiroso Aznar. Las armas de destruccion masiva. Y la posterior guerra en la que el mendaz y falsario Jose Maria Aznar metio a este pais. Siguiendo el ejemplo de sus familiares que provocaron el mayor genocidio de esta patria en los años 30 del siglo pasado.  Y que dio paso a la dictadura criminal y sangrienta de Francisco Franco. 

Por cierto ese gobierno de Aznar acabo en la carcel o imputado por graves y diferentes delitos. TODO ESE GOBIERNO.

Podria poner más ejemplos de comportamientos antidemocraticos de estos elementos pero me paro para dar pie a los metodos actuales y modernos para golpear a los gobiernos vencedores de las elecciones. 

Hoy las armas son otras. Mas sutiles. Mas novedosas. Y tan peligrosas como siempre.

Y es aqui donde dada la clarividencia y la constatacion de los hechos, un periodista fiable y honesto como Iganio Escolar del Diario.es Retrata a estos nueos golpistas. 

Con datos abrumadores y una buena dosis de fina ironia podreis leer las nuevas formas de golpes de estado antidemocraticos.

Esta es la opinion integra de Ignacio Escolar.

SOLO PARA SOCIAS Y SOCIOS DE  

Supongamos, como hipótesis, que el juez Manuel García Castellón tiene razón; que también están en lo cierto los fiscales y magistrados del Supremo que respaldan su investigación. Supongamos que el expresident Carles Puigdemont fuera el “líder absoluto” de un grupo terrorista, el máximo responsable de una organización violenta y criminal; alguien dispuesto a matar y secuestrar, alguien que cuenta con una banda organizada capaz de llevar estos objetivos tan siniestros hasta el final. 

De ser así, de ser esto verdad, ¿cuál sería el grado de incompetencia de estos eminentes juristas? ¿Qué explicaciones tendrían que dar por el enorme retraso que acumula esta investigación?

Porque aceptar que Puigdemont es un presunto terrorista implica algo más. Los supuestos delitos por los que esta semana se le acaba de imputar no ocurrieron ayer: son de septiembre de 2019, de hace más de cuatro años. Y si aceptamos pulpo como animal de compañía –o Puigdemont como líder terrorista, que es un disparate similar– también habría que pedir responsabilidades al juez instructor, por su negligente retraso en actuar.

Si Puigdemont es el presunto líder de una organización criminal, y es tan obvia esta conclusión como ahora dicen, ¿por qué permitieron cuatro años de impunidad? ¿Por qué ni el Supremo ni la Audiencia Nacional avisaron antes a las autoridades de otros países de que había un terrorista suelto, campando por el Parlamento Europeo? ¿Por qué no se incluyó este gravísimo delito –peor que la sedición– en las distintas euroórdenes donde se instaba a su detención? ¿Por qué no se hizo nada contra el “terrrorismo” de Puigdemont  hasta –casualmente– esa epifanía a la que llegó el juez Manuel García Castellón, justo cuando la ley de amnistía se empezó a negociar? 

Parece muy extraño. Porque lo es. Y no solo por este retraso de cuatro años largos en desenmascarar al presunto terrorista Puigdemont.

Se ha resaltado en distintos medios que el auto del Tribunal Supremo donde se imputa por terrorismo al expresident catalán ha sido una decisión “por unanimidad”. Se da a entender así que es un asunto indubitable: que no hay siquiera discusión.

Es un dato engañoso, que conviene explicar. La decisión no se llevó al pleno de la Sala de lo Penal. Los jueces que firman este auto son cinco: Manuel Marchena, Julián Sánchez Melgar, Juan Ramón Berdugo, Carmen Lamela y Eduardo de Porres. 

Todos ellos tienen algo en común: son del sector conservador. 

Todos ellos, sin excepción, fueron ascendidos al Supremo a propuesta de los vocales del CGPJ elegidos por el PP. 

No hay un solo progresista entre los cinco. Ni uno. 

Carmen Lamela es la jueza que también vio terrorismo en la agresión a varios guardias civiles en un bar en Alsasua: algo que la sentencia después descartó. También es la jueza que encerró durante dos años a un inocente: al expresidente del Barça Sandro Rosell. Poco después de esa polémica decisión, en 2018, fue ascendida al Supremo por el sector conservador.

Juan Ramón Berdugo es miembro de la APM –la asociación conservadora– y llegó al Supremo en 2004, ascendido por el CGPJ conservador de la mayoría absoluta de Aznar. Es uno de los jueces que condenó al cantante César Strawberry por varios tuits –una sentencia que fue después anulada por el Tribunal Constitucional–. También firmó la sentencia del ‘procés’.

Julián Sánchez Melgar es también conservador. Y de la plena confianza del PP: en 2017, el Gobierno de Mariano Rajoy le nombró fiscal general del Estado. Su carrera tiene un punto de inflexión en Ávila, donde fue presidente de la Audiencia Provincial; allí conoció al entonces alcalde de la ciudad, Ángel Acebes, que más tarde se convertiría en ministro de Justicia con Aznar. Fue Acebes quien después le apoyó para el Tribunal Supremo, al que llegó en diciembre de 1999. Entre otras polémicas, es el principal ideólogo de la ‘doctrina Parot’, para alargar artificialmente las condenas de terrorismo, y  que después fue declarada ilegal por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Eduardo de Porres es el último de todos ellos en llegar. Fue ascendido al Supremo en 2018 por el CGPJ conservador que salió de la mayoría absoluta en 2011 del PP de Mariano Rajoy. Fue el ponente de la sentencia de los ERE –y de la polémica condena a Cháves y Griñán que se aprobó por la mínima: con dos votos en contra frente a tres a favor. En este juicio, el PP estaba presente como acusación popular. Y sobre la imagen de imparcialidad de Porres había una sombra: tras la sentencia se conoció que tanto la mujer como el hijo de este juez militan en el PP. Algo que, según De Porres, no le condicionó. 

En cuanto a Manuel Marchena, he escrito ya mucho sobre él. Llegó al Tribunal Supremo en 2007 –cuando el sistema de elección obligaba a acuerdos entre los distintos bloques del CGPJ, en un pacto donde también entró Luciano Varela por el sector progresista–. En 2014, el CGPJ de la mayoría de Rajoy le nombró presidente de la Sala de lo Penal. Más tarde, en 2018, fue candidato a presidente del CGPJ, en la renovación que estuvo a punto de firmar Pablo Casado; renunció después de que un senador del PP, Ignacio Cosidó, presumiera de que su liderazgo ayudaría al partido a “controlar la Sala Segunda desde detrás”.

Cinco jueces del Supremo, elegidos entre todos los que hay en la Sala de lo Penal por las normas de reparto. Que no haya entre todos ellos ni un solo juez progresista no es casual: es la consecuencia de que el PP haya controlado 22 de los últimos 27 años del Consejo General del Poder Judicial, gracias a los distintos bloqueos a la renovación cada vez que la derecha pierde las elecciones. Por eso solo hay cuatro jueces progresistas de los quince que hoy forman la Sala de lo Penal del Supremo. Es casi imposible que los jueces promocionados por la derecha no tengan la mayoría en este tribunal.

Pero dejemos a los jueces y vayamos a lo que acaban de decidir. Que hay mucho que contar.

El Tribunal Supremo, en el auto donde se imputa por terrorismo a Puigdemont, ha decidido ignorar uno de los asuntos más polémicos de la instrucción de García Castellón. Seguro que lo recuerdas: ese turista francés que murió de un infarto y que este juez de la Audiencia Nacional presentaba como una presunta víctima del terrorismo. El Supremo, en su auto, ni siquiera menciona esta cuestión. Los cinco magistrados han hecho como si esa acusación, tan ridícula, nunca se hubiera puesto sobre la mesa.

Si no hay víctima del terrorismo –ni se menciona siquiera– ¿cuál es la violencia terrorista que justifica una acusación así? 

El Supremo va por otras vías. Por un lado, la de la ‘kale borroka’, el “terrorismo de baja intensidad”, donde cita distintas sentencias de los años en los que ETA mataba.

Hay solo un problema. Uno no menor: la ‘kale borroka’ se calificaba como terrorismo –y no como disturbios callejeros– porque respondía a la estrategia del terrorismo de verdad. El entorno de ETA era terrorista también –según la Justicia– porque había un núcleo central, armado y violento, que dirigía todo lo demás. Esto es algo que no ocurrió en el procés: no hay un grupo armado que permita acusar de terrorismo a quien comparte estrategia y objetivos con él.

En esta curiosa banda terrorista liderada por Puigdemont no hay ni muertos ni nadie con intención de matar. Así que se acusa a los líderes de la banda de otro delito: detención ilegal.

Está en el Código Penal junto con el delito de secuestro. La diferencia entre uno y otro es que el segundo exige que se haya pedido un rescate, una condición para la liberación. Para la detención ilegal basta con que se impida la libertad de movimientos.

¿Y quiénes son, para García Castellón y el Tribunal Supremo, las víctimas de ese delito terrorista de detención ilegal? Pues al parecer los controladores aéreos, que no pudieron llegar a la torre a la hora del cambio de turno por la manifestación de Tsunami Democràtic en los accesos del aeropuerto. Y también se extendería a los pasajeros, que no pudieron ni entrar ni salir durante unas horas de las terminales de pasajeros. Miles de personas en total.

Por las mismas, las personas bloqueadas en las carreteras por las tractoradas de estas últimas semanas, o los trabajadores de la sede del PSOE en Ferraz que tampoco pudieron salir de su oficina por las protestas ultras, ¿serían también víctimas del terrorismo, por otra detención ilegal?

Hay un añadido más: las penas por los delitos de detención ilegal con el agravante de terrorismo van de entre 10 y 15 años. Pero es por persona, por cada detenido. En este caso, habría que multiplicar esos años de condena por todos los viajeros que estuvieron ese día en El Prat. Todos ellos, además, podrían tener derecho a una indemnización como víctimas del terrorismo. 

En cuanto al argumento de la “kale borroka”, el Supremo describe unos curiosos “artefactos de similar potencia destructiva a los explosivos” que, hasta donde se conoce, no suelen explotar: carritos portaequipajes, vallas, extintores de incendios, vidrios o láminas de aluminio. Todos estos objetos, según el auto, se lanzaron contra la policía en los disturbios. Algo que, por otra parte, ha ocurrido y ocurrirá en centenares de manifestaciones más, sin que en ellas se acuse a nadie de terrorismo.

El auto para abrir la causa judicial por terrorismo contra Puigdemont solo se puede entender bajo dos prismas. Ninguno bueno para la imagen de imparcialidad del Tribunal Supremo español.

El primero, la ley de amnistía. Solo desde el análisis político se puede entender que esta acusación por terrorismo haya aparecido justo ahora, cuatro años después. El jaque es doble, en esta jugada de ajedrez: por un lado, evitar que Puigdemont pueda beneficiarse de la amnistía, si es que se aprueba. Por el otro, tensionar la negociación entre PSOE y Junts, de la que depende la estabilidad del Gobierno. 

El otro análisis posible, compatible con el anterior, pasa por lo que algunos juristas han teorizado como “el derecho penal del enemigo”. Consiste en aplicar la Justicia contra estos acusados que suponen una amenaza para la estabilidad del Estado de la forma más dura y restrictiva posible, incluso sobrepasando algunos límites. Lo que se hizo durante años en España contra los terroristas de ETA. Lo que pasó, por ejemplo, con la doctrina Parot: un castillo jurídico en el aire muy similar al que se está construyendo hoy.

Hay un factor extra, uno que roza lo personal. El Tribunal Supremo ha sido ridiculizado por Carles Puigdemont. Sus éxitos en Europa –en tribunales de Bélgica, Alemania o Italia, que se negaron a conceder su extradición– han sido la mayor derrota de la historia del Supremo: su mayor humillación. 

En las próximas semanas, la Justicia tendrá que resolver un asunto que, en circunstancias normales, hundiría toda esta investigación. Manuel García Castellón cometió en 2021 un gravísimo error judicial: se retrasó en la aprobación de una de las prórrogas para investigar este caso.

Hay bastante jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre lo que supone un fallo así. Lo habitual es que anule casi toda la causa: que se archive todo lo que se investigó después de ese error, incluyendo lo que ahora afecta a Puigdemont. Es lo que ocurrió en el pasado con algunos casos de corrupción –como el que afectaba al expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez–. Hay incluso un caso de homicidio que quedó impune por un error así.

¿Y ahora? ¿Qué hará el Supremo? ¿Seguirá su doctrina de siempre y archivará la causa? ¿O aplicará el derecho penal del enemigo hasta encontrar una excusa con la que cambiar su propia jurisprudencia?

Lo dejo aquí por hoy. Gracias por leerme. 

Cuidaros.