Ahora que existe plena coincidencia en atacar el problema desde la creación de nuevos parques de viviendas. deberíamos valorar propuestas previas para saber hacia dónde vamos.
De la misma forma que la iniciativa privada debe de dar respuesta en la construcción. Ha de ser desde la toma de decisiones públicas donde se diseñe el futuro inmediato de la solución habitacional. Hagamos por lo tanto algunas reflexiones que colaboren en encontrar puntos comunes de actuación.
La ciudad moderna, no solo se organizó en torno a funciones, como residencia, trabajo, ocio, sino también en torno a cuerpos dominantes y a roles sociales predefinidos. Frente a esa visión, en los años sesenta emergió una crítica potente, encabezada por figuras como Jane Jacobs, quien, en su “Muerte y vida de las grandes ciudades”, del año 61, -sorprende su modernidad en una obra que tiene ya sesenta años-, defendía la complejidad y la diversidad de la vida de barrio frente a los grandes planes de zonificación. Jacobs denunciaba que los urbanistas tecnócratas, en su afán por imponer el orden, destruían la vitalidad real de las ciudades y marginaban a las comunidades que en ellas habitaban.
Quizás es incontrolable que las ciudades sigan creciendo, pero lo que sí podemos hacer es recordar nuestra obligación de dejar espacio para la gente, de reclamar una mirada inclusiva en la ciudad, no ya del futuro, en el de hoy, y en introducir medidas estructurales que nos permitan un modelo de territorio que avance hacia un urbanismo más justo. Hoy, continuar diseñando sin una mirada inclusiva perpetúa muchas de esas exclusiones históricas. No considerar la diversidad de cuerpos, de tiempos y de usos del espacio urbano tiene consecuencias reales: ciudades hostiles para las personas mayores, entornos peligrosos para mujeres y niñas, barreras para quienes tienen movilidad reducida, espacios invisibilizados para los cuidados y la economía informal.
Este enfoque busca diseñar ciudades que integren a todas las personas, considerando aspectos como el género, la edad, la diversidad funcional y el origen étnico, entre otros.
En los últimos años, el concepto de la ciudad de los quince minutos, popularizado por el urbanista Carlos Moreno, ha ganado presencia como paradigma de proximidad, sostenibilidad y calidad de vida urbana. Esta idea propone que cualquier persona pueda satisfacer sus necesidades básicas, como trabajo, educación, salud, ocio o compras en un radio accesible a pie o en bicicleta desde su hogar. Es una propuesta que pone en crisis décadas de urbanismo funcionalista y expansivo.
Es muy recomendable estudiar la propuesta urbana de Barcelona sobre las “super islas”. Pretenden dar respuestas al sueño de muchos ciudadanos de vivir en grandes ciudades corrigiendo el problema de movilidad, el exceso de tráfico. La mayor contaminación y los accidentes.
En definitiva conseguir un desarrollo urbano y un crecimiento sostenible. El programa quedaría más completo si existe implicación participativa en el proceso de análisis y diseño por parte del vecindario y los colectivos de cada barrio que da como resultado características específicas de la zona y necesidades concretas de cada caso. Se pretende en definitiva, vivir en una ciudad grande medioambientalmente más pura con grandes espacios verdes y zonas por las que se pueda caminar y respirar aire puro. ¿Porque hay que renunciar a los valores recomendados por la organización mundial de la salud.
Personalmente creo que es una propuesta para debatir en profundidad viendo como se está desarrollando en Barcelona.
Por otro lado existe el llamado Madrid DF. En el que Fernando Caballero plantea una propuesta atrevida y una advertencia basada en dinámicas reales, expansión urbana sin control, presión inmobiliaria, dependencia del coche y abandono de las periferias.
Esta propuesta se basa en la falta de visión metropolitana que lleva a afirmar al autor, incluso, que ha sido la clave de la pérdida de la izquierda del cinturón denominado rojo en beneficio de la derecha.
El autor sostiene que si el ayuntamiento de la capital sotierra la A-5, en Alcorcón muchos temen tener que levantarse una hora antes para ir a trabajar. Y sí Getafe decide que, con solo 4.000 pisos nuevos, puede solucionar sus problemas de acceso a la vivienda, en Leganés y Móstoles suben los precios. Después la izquierda de estos lugares protesta por lo difícil que está la vida y piden soluciones a instancias mayores, cuando lo útil sería pedir explicaciones a sus compañeros de partido que gobiernan en Getafe.
En España, donde más se evidencia esto es en el sureste de la Comunidad de Madrid. La izquierda gobierna sobre casi 900.000 personas, en Fuenlabrada, Getafe, Alcorcón, Parla, Rivas, Coslada y Mejorada del Campo. Municipios que, en muchos casos, lindan entre ellos o tienen una composición sociológica y productiva similar.
Esta falta de visión metropolitana se ve con claridad en el problema de la vivienda. En febrero, Getafe rechazó un desarrollo de 20.000 viviendas bajo la falta de solidaridad de Getafe expulsa a quienes no tienen edad para ser propietarios, porque estima que 4.000 viviendas son suficientes. Los demás, que arreen. Algo similar ocurrió hace semanas en Alcorcón. Su ayuntamiento aprobó un diagnóstico preliminar para el nuevo Plan General que cifra en 11.000 las viviendas necesarias durante los próximos veinte años. Como en Getafe, esta cifra revela el verdadero problema de la izquierda madrileña: una peligrosa falta de ambición de futuro. Ciudades dormitorio envejecidas que se resignan a seguir como están en lugar de transformarse en verdaderos centros metropolitanos, con vivienda asequible y un modelo de ciudad interconectada. Si se hace lo que hoy proponen sus ayuntamientos, no serán alternativa de nada. Solo aumentarán los problemas actuales, el resentimiento de los jóvenes y las razones para no volver a confiar en la izquierda.
Lo que se le viene encima a la izquierda Municipios de la primera corona metropolitana como Getafe o Alcorcón, que cuentan con enormes bolsas de suelo urbanizable, ni hacen ni dejan hacer. En total, si solo se construyeran las viviendas que prevén sus actuales alcaldesas, el conjunto sería equivalente a la Operación Campamento que está desarrollando el Gobierno Central. Un desarrollo de tamaño mediano (15.000 viviendas) para el municipio de Madrid.
Como vemos en las afueras de otras grandes ciudades, sobre todo en las “Banlieues” francesas, durante este siglo la historia le ha reservado un papel muy importante a las periferias urbanas. Por eso, municipios como Getafe o Alcorcón tienen ante sí un reto colosal que parece que sus dirigentes no alcanzan a entender. El de ayudar a multiplicar los centros de la metrópolis. Crecer para no empobrecerse. Recordemos la cifra: 400.000 personas sin hogar. En sus planes actuales, deberían estar pensando modelos alternativos de ciudad con más de 50.000 nuevas viviendas cada una. Tienen un enorme potencial para desarrollar decenas y decenas de miles de viviendas asequibles. Esto implica doblar su población actual sí, pero los números mandan. Además, ser valientes y ambiciosos debería ser una muy buena noticia.
En primer lugar esto supondría un cambio fundamental para estas ciudades, dado que la masa crítica para ser verdaderos centros metropolitanos aumentaría, y con ello la atracción de empresas, institutos e industria de alto valor añadido. Serían municipios más grandes, más inteligentes, mejor conectados y mucho más prósperos. En segundo lugar, esto ayudaría a rejuvenecer su población, hoy extremadamente envejecida. Algo fundamental, dado que una población cada vez más anciana es una población en dirección a la quiebra. En tercer lugar y frente a la resignación decrecentista, apostar por el desarrollo de un modelo de ciudad verdaderamente alternativo al que ellos mismos critican a la derecha y a los PAU, es lo que se esperaría de una izquierda verdaderamente transformadora.
Para ser una verdadera metrópolis policéntrica, para que en Madrid DF no todo pase dentro de la M30, los municipios de la primera corona metropolitana tienen hoy la oportunidad de marcar la pauta y una responsabilidad con los 8 millones de madrileños que seremos en 20 años. Si no la ejercen, otros lo harán. El tiempo juega en su contra.
Después de lo expuesto es fácil deducir que hay propuestas no rechazables en su totalidad como para abrir un intenso debate. Siempre con el objetivo de acercarnos al necesario e imprescindible PACTO TERRITORIAL POR LA HABITABILIDAD.
Y para completar la mesa de diálogo. Propongo que ampliemos horizontes y demos la palabra a la ciudadanía. Recogemos propuestas dependiendo de la participación.
¿Qué herramientas participativas han demostrado ser más efectivas para incorporar voces a la planificación? ¿Qué papel juegan los movimientos sociales en las redes vecinales a la hora de impulsar transformaciones inclusivas? ¿Se pueden diseñar políticas de urbanismo que dejen fuera la participación? ¿Qué grupos poblacionales están siendo más invisibilizados en la planificación urbana madrileña? ¿Qué puede hacer la Comunidad de Madrid cuando una parte importante de las competencias de planificación urbana son municipales?, ¿sirve con una suma de buenas calificaciones municipales? ¿Qué mecanismo o mecanismos podrían generar una coordinación adecuada de estas políticas? ¿Cómo se articula la escala metropolitana con los principios del urbanismo inclusivo, cuando muchas decisiones son intermunicipales? ¿Cómo evaluamos el éxito de una política urbana inclusiva más allá del diseño inicial?, o mejor, ¿cuán necesario es evaluar las políticas urbanas en general?.
Si los políticos actuales dejan de ponerse de perfil y afrontar definitivamente el problema tienen herramientas. Legitimidad y recursos suficientes para encontrar las soluciones.
Recientemente Alcorcón y el mismo Ayuntamiento de Madrid han iniciado experiencias nuevas e interesantes. En ciudades como Getafe hay propuestas no valoradas de momento que ayudarían y mucho, para seguir siendo la ciudad que lleva décadas capitaneando el problema de la vivienda, a la vez que se ha convertido en la ciudad que es.
Quizá merecería la pena escuchar explicaciones de porque no se afronta el problema. La ciudad merece conocer como podría ser en el futuro inmediato. Recuerden: Construir. Construir y construir. Hay consenso. El resto es poner puertas al campo.
Dejar que vengan otros a hacer lo que has tenido posibilidad de hacer tú. Será el mayor error histórico cometido por un Gobierno en esta ciudad.
Dudoso legado.
Próximo post. El problema habitacional en España (3). ¿Qué está pasando en Getafe?
Cuidaros.
FUENTES.
Jacobs Jane. Muerte y vida de las grandes ciudades.
Propuesta Urbana sobre las super islas en Barclona.
Aranda Jose Luis. El Pais. 20/02/202. Jacobs Jane. Muerte y vida de las gran
Caballero Fernando. Madrid DF. Arpa 10/2024
Caballero Fernando. El Confidencial. 27/7/2025
Moreno Carlos. La ciudad de los 15 minutos.
El Plural. Ideología en el diseño urbano.08/2025
Rodriguez Francisco. El Mundo. 08/2025
Garcia Jacobo. el Pais.La tensión del mercado.09/08/2025.
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