BREVE HISTORIA DE LA CORRUPCION.
La corrupción en el fútbol es tan antigua como el propio nacimiento del fútbol. No se trata de escribir todo un tratado sobre la corrupción del fútbol. Solo señalar algunos hitos para acabar con el modelo actual.
Sería de ingenuos pensar que un acontecimiento tan seguido por las masas sociales y que tanta repercusión mediática ha tenido desde siempre además de haber supuesto ingentes cantidades de dinero, no siempre controladas y el gran poder político que se deriva de estos hechos. Podría quedar al margen de las garras de los que viven de lo ajeno y la intermediación.
A lo largo de la historia han sido innumerables políticos los que han utilizado el fútbol como herramienta para conseguir sus oscuros deseos de poder.
Mussolini. Hittler. Videla. Franco. Los líderes del otro lado del telón y muchos más tienen largas historias vinculadas a la manipulación futbolística. A sus tejemanejes y a sus resultados organizados para mayor gloria y boato de sus personas. Si os apetece podéis leer “Tarjeta Roja. El libro Secreto de la FIFA de Andew Jenning”. O “Juego Sucio. La corrupción en el futbol. De Sagredo y Tapia”. Y más recientemente “Machismo. Mafia y Corrupción en el Fútbol Español de Fonsi Loaiza”. Autor al que hubo que escoltar en la feria del libro de Madrid para protegerlo de los civilizados ultras de Florentino Peréz. Hay también un articulo de la pagina “OneFootbal. https://onefootball.com” que situa las preferencias de los dictadores por equipos concretos y las ayuditas para conseguir logros.
No creo que haga falta insistir mucho en el proceso histórico de las trampas futboleras.
También es digno de mención la toma del fútbol por delincuentes y especuladores que han vendido los logros futbolísticos a cambio de pingües beneficios para repartir poder y dinero entre personajes empresariales y políticos.
Para conseguir sus objetivos necesitaban corromper a jueces. árbitros, Federativos. órganos federativos como los comités de árbitros. los comités federativos. La prensa y los poderes políticos y judiciales.
Los escándalos se suceden uno detrás del otro sin que fuera a mayores la ganas de aclarar que estaba pasando. Lo que sucedió un domingo se tapaba con el domingo siguiente.
Eran tiempos de dictadura donde cualquier organización que desarrollara cualquier tarea vinculada con la sociedad estaba fuertemente controlada por el Régimen. Sirvan un par de ejemplos en el futbol. Cualquier club deportivo que existiera en la máxima competición tenia que nombrar socio honorifico del club al dictador Francisco Franco. Indistintamente de las preferencias de tan execrable personaje. Hoy los unos y los otros se acusan mutuamente de que Franco era seguidor del Barcelona (al único club que intervino e incluso cambio de nombre)sin conocer las normas que imponia el personajillo.
Y el otro ejemplo que habla por sí solo. Es cuando el régimen decidió que el club representativo del país. Porque él lo decidió. No podía dejar de ser inmensamente superior a sus rivales. Y ahora que se habla tanto de Negreira, es oportuno recordar que se eligio a un ex jugador del Madrid, que no llego a nada como futbolista. Muy fascista y patriota y se le dio todo el poder sobre el estamento arbitral. Por encima de la propia federación también nombrada por el régimen. El bellaco José Plaza, del que sus propios compañeros decían que con él de director el Barcelona no ganara ningun titulo. Ejercio 20 años al frente de los árbitros en distintos intervalos de tiempo porque le sacaban de la federación pero le volvian a nombrar. En este tiempo durante trece temporadas hizo lo que quiso entre los arbitros. Y en esas 13 temporadas. ¡¡¡ Once titulos fueron para el Real Madrid. y Dos para el Atlético de Madrid !!! Y ahora algunos empeñados en hablar de Negreira.
Por fin llegó la democracia y un gobierno que tuvo que aprobar un decreto para sacar a los dirigentes del fútbol español, incluido Plaza, a empujones de las instituciones.
Y la corrupción se tuvo que perfeccionar. No se tenía ya tanta impunidad.
Con la llegada de la democracia aparecieron nuevos protagonistas para fomentar la corrupción. Los gobiernos democráticos, especialmente el empeño de los municipios. Los grandes pelotazos urbanísticos amparados en la necesidad de salvar a los clubs donde se veía con muy buenos ojos que todos los desmanes económicos se salvaran con la ayuda pública. Recalificaciones. Permisos administrativos ilegales hasta la fecha. Construcciones en suelo público y con dinero público que paso directamente a manos privadas. Clubes de fútbol. Cesiones gratuitas cediendo la explotación a los clubes e incluso pagando mantenimiento con dinero público. Ayudas para conseguir créditos bancarios respaldados por lo público…..
Se desató una locura de miles de millones que corresponden a recursos o futuros ingresos públicos para que aventajados especuladores convertidos en grandes gestores y empresarios ejemplares se convirtieran en los nuevos e intocables héroes populares. Todo valía si se ganaba o te asentabas en la alta competición.
Quizá la versión más significativa de este modelo se dio una vez más en la ciudad de Madrid. Sin obviar lo que pasó en la casi totalidad del País. El AT. de Madrid recibió en el último minuto de la transformación en Sociedad Anonima deportiva, apunto de desaparecer, una incomprensible y grosera ayuda de Caja Madrid, gestionada directamente por el Presidente Leguina. Y Jesús Gil, de quien no es necesario recordar su historial pudo mantener el Club profesionalmente. No menos grosera fue la ayuda prestada al Real Madrid por los gobiernos central de Aznar, y autonómico de Gallardón, para generar una plusvalía en una operación urbanística de recalificación superior a 800 millones de euros. Casi 135.000.000.000 millones de las antiguas pesetas. Por otra parte, Caja Madrid financió los fichajes de Cristiano Ronaldo y de Bale. Salvando las distancias en Getafe. Leganés y tantos otros municipios se crearon estadios y ciudades deportivas que pasarón en exclusividad a manos de empresarios locales nombrados presidentes de los clubs y que acabaron haciéndose con la titularidad de los mismos. Era en estas circunstancias muy difícil alejar la corrupción de esta orgia económica.
El otro factor que ayudó considerablemente a fomentar las trampas fue la irrupción de las apuestas via internet. Creanme si les digo que hasta las categorías juveniles eran motivo de apaño en los resultados para que el dinero mayoritariamente llegado de fuera del país circulara libremente. No es necesario recordar partidos donde imperó el cántico que se besen. que se besen. O donde milagrosamente después de campañas excelentes equipos ya salvados perdían los últimos partidos favoreciendo o perjudicando a otros equipos. O equipos que en los tres o cuatro últimos partidos sumaban mas puntos que en toda la segunda vuelta y se salvaban en el último minuto.
Aquel maremagnum de hechos muy sospechosos tuvieron que regularlo porque era un escándalo. Seguro que todos tenéis en la cabeza algún ejemplo de lo expuesto y recordáis denuncias a los entes federativos y a las autoridades policiales que aunque no trascendieron generaron un estado de desconfianza y falta de credibilidad que alejaba cada vez más a los seguidores.
Asi que el futbol siguió haciendo trampas y corrompiendo hasta llegar a nuestros días. Pero se sofistico.
La máxima fue que lo que pasa en el campo se queda en el campo y de los despachos no se habla.
Y así llegamos a este tiempo.
El futbol estableció un gran pacto de endogamia. Incluso a los que recurren a la justicia ordinaria a defender sus derechos se les persigue y castiga deportivamente. Ya lo había intentado en las relaciones laborales tratando a sus jugadores como mercancía sin derechos. Hasta que la sentencia de la demanda de Bosman fallo que había que respetar los derechos laborales de los trabajadores en toda la Unión Europea.
Y asi empezó una nueva era.
Se compraban jugadores sin ningún pudor. Para garantizaarn los resultados. Empezaron comprando porteros y defensas centrales. Pero los vestuarios se rebelaron, no por ser muy puros sino porque no participaban. Fue la época de los remates en propia puerta de los centrales. De las cantadas inmensas de los porteros. De los penaltis absurdos….
Después las ofertas pasarón a los vestuarios. Normalmente los capitanes, aleccionados por sus dirigentes, se dirigían al vestuario y acordaban que se haría. Este metodo funcionó hasta que como siempre la ambición se lo cargo. Unos se querian ahorrar dinero al comprar a menos gente. Y otros querían ganar más a repartir con menos compañeros. Fue la época en que se veían partidos donde una parte del equipo se partía la cara en el terreno de juego y otros deambulaban perdiendo uno tras otro todos los pases.
Todo esto que no pasaba desapercibido para la opinión pública empezó a tener la justificación de que era legal primar para ganar. Aunque nadie era capaz de diferenciar cuando esas primas llegaban por ganar o perder.
Entonces se lubrico el engranaje y se metió a los agentes de los futbolistas como intermediarios. Estos hacían toda la negociación a través de sus representados y se cobraban con el fichaje del interesado por uno de los clubes. Os podría nombrar, cosa que no haré, y dejaré que la busquéis en internet, como un equipo que se jugaba la fase de ascenso a segunda división tuvo al año siguiente en su plantilla al portero, los dos laterales y el defensa central del equipo que perdio el ascenso. Por cierto defensa central que acabó siendo el capitán y jugo unos cuantos años en ese club que le ficho.
El problema es que el sistema no permitía decidir directamente a los directivos sobre los resultados. Así que sin ningún pudor ni complejo como se dice ahora. los dirigentes decidieron que todos tenemos un precio y que es más facil comprar a 4, entonces el equipo arbitral lo formaban 4 personas que a varios jugadores.
A los árbitros y a sus auxiliares. He visto en directo un partido en el que cada vez que el equipo local pasaba el centro del campo se le pitaba fuera de juego. Y en el que hasta siete faltas al borde del área consto que consiguieron los visitantes el gol que les llevó al ascenso. Decían que a los que cumplian se les abona salario gratificación a veces similar a lo que habían cobrado durante todo el año. Pero además los verdaderos clubs potentes antes de retirarse los árbitros les habían colocado a él o a su compañera, en empresas que pagaban francamente bien. Incluso les colocaban en el propio club. Ahora pueden ustedes coger el listado de ex árbitros que trabajan en clubes de primera división. Y comprobar lo que les digo.
Y llegó el VAR.
Era tal el escándalo arbitral que se recurre a las tecnologías. Y el efecto boomerang se produjo en España een concreto la primera o segunda jornada de liga. Donde ya quedó claro que la tecnología no iba a decidir por los de siempre.
Hoy el VAR no ha venido a arreglar los problemas de corrupción. Muy al contrario es la coartada perfecta para decidir los resultados. Con la complicidad del equipo arbitral o sin ella el VAR decide que se pita y que no. Como a través de imágenes congeladas se convierte en penalti un lance del juego normal. O como se expulsa o no a un jugador. El VAR convierte un 1-4 en un 4-3 como recientemente vimos en el Inter/Barça de champions. Con el mismo VAR, por cierto, que el año pasado ya decidió entre estos mismos equipos quien pasaba y quien no.
No voy a poner más ejemplos, solo mantener que hoy es suficiente con tener asegurado el VAR para garantizar la trampa.
Pero la corrupción se ha perfeccionado. Ya no se asegura solo el resultado deportivo. Además hay que controlar los comités de competición donde se castiga con total saña gesto tontos y si sancionan a mis jugadores, garantizo que me quitaran las sanciones a la medida. Hagan lo que hagan mis jugadores. Agresiones físicas castigadas con cuatro partidos son levantadas en el Comité. Intentos de agresión al arbitro por varios jugadores son sancionadas solo al jugador que se tiene que operar y levantadas al resto para que puedan seguir jugando.
Y es muy importante ante tanta impunidad tener preparado un entramado periodístico potente, que gane el relato en la calle. Invertir en directores de programas. Poner y quitar periodistas. Crear medios propios que alimentan el conflicto. Que fomenten el odio. Que reescriben la historia. Es la joya de la corona que da cobertura a tanta maldad e indecencia. Si me invento que un equipo se droga me constara 200.000 euros de condena por mentir. Pero la fidelidad de mis fieles seguidores y las horas de publicidad en los medios compensa con creces. Y si alguien intenta combatir con mis propias armas marrulleras convertiré un contrato para tener influencias, en una compra de arbitros, por ejemplo.
Todo con tal de tener argumentos en contra del rival que me asegure mi cortina de humo cuando sea necesaria. Además si yo me invento lo de las palancas y otros las quieren utilizar, ya actuarán los organismos controlados para que no puedan hacer lo que yo hago.
Asi que si. En el fútbol la corrupción es tan antigua como el balón.
Ha evolucionado para adaptarse y ha encontrado la justificación al comportamiento de auténticos delincuentes en esa masa de fieles seguidores que nunca consentirán que nadie dude de su Presidente. Aunque este, por robar, nos haya robado hasta el club.
Cuidaros.